Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     espaldas


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

§ 30.3

En esto pide el alma todo lo que le puede pedir, porque no anda ya contentándose en conocimiento y comunicación de Dios por las espaldas, como hizo Dios con Moisés (Ex. 33, 23), que es conocerle por sus efectos y obras, sino con la haz de Dios, que es comunicación esencial de la divinidad sin otro algún medio en el alma, por cierto contacto de ella en la divinidad, lo cual es cosa ajena de todo sentido y accidentes, por cuanto es toque de sustancias desnudas, es a saber, del alma y divinidad.

§ 34.3

Y fue que, metiéndole en el agujero de la piedra, que es Cristo, como habemos dicho, le mostró sus espaldas (Ex 21­23), que fue darle conocimiento de los misterios de las obras suyas, mayormente los de la Encarnación de su Hijo.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 1.10

Pero en esta vida mortal, aunque no llegará el alma tan a lo puro de ellos como en la otra, por más que se esconda, todavía, si se escondiere, como Moisés, en la caverna de la piedra (Ex. 33, 22­23), que es en la verdadera imitación de la perfección de la vida del Hijo de Dios, Esposo del alma, amparándola Dios con su diestra, merecerá que le muestren las espaldas de Dios, que es llegar en esta vida a tanta perfección, que se una y transforme por amor en el dicho Hijo de Dios, su Esposo; de manera que se sienta tan junta con él y tan instruida y sabia en sus misterios, que cuanto a lo que toca a conocerle en esta vida no tenga necesidad de decir: ¿Adónde te escondiste?

§ 18.4

En esto pide el alma todo lo que le puede pedir, porque no anda ya contentándose en conocimiento y comunicación de Dios por las espaldas, como hizo Dios con Moisés (Ex. 33, 23), que es conocerle por sus efectos y obras, sino con la haz de Dios, que es comunicación esencial de la Divinidad sin otro algún medio en el alma, por cierto contacto de ella en la divinidad, lo cual es cosa ajena de todo sentido y accidentes, por cuanto es toque de sustancias desnudas, es a saber, del alma y Divinidad.

§ 35.4

Y fue que, metiéndole en la caverna de la piedra, que (como habemos dicho) es Cristo, le mostró sus espaldas, que fue darle conocimiento de los misterios de la Humanidad de Cristo (Ex. 33, 18­23).

§ 36.1

En estas dos canciones pasadas ha ido cantando la Esposa los bienes que le ha de dar el Esposo en aquella felicidad eterna, conviene a saber: que la ha de transformar de hecho el Esposo en la hermosura de su sabiduría creada e increada, y que allí la transformará también en la hermosura de la unión del Verbo con la Humanidad, en que le conocerá ya así por la haz como por las espaldas.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 1.9.5

Y mandándole Dios entrar más adentro y vería aún mayores abominaciones, dice que vio allí veinticinco viejos que tenían vueltas las espaldas contra el templo (8, 16).

§ 1.9.6

Las cuales se dice que están vueltas las espaldas contra el templo porque, cuando ya según estas tres potencias abraza el alma alguna cosa de la tierra acabada y perfectamente, se puede decir que tiene las espaldas contra el templo de Dios, que es la recta razón del alma, la cual no admite en sí cosa de criatura.

§ 1.9.6

Las cuales se dice que están vueltas las espaldas contra el templo porque, cuando ya según estas tres potencias abraza el alma alguna cosa de la tierra acabada y perfectamente, se puede decir que tiene las espaldas contra el templo de Dios, que es la recta razón del alma, la cual no admite en sí cosa de criatura.

§ 3.42.4

Y Agar puso nombre al lugar donde le apareció el ángel, estimando mucho aquel lugar, diciendo: Por cierto que aquí he visto las espaldas del que me ve (Gn. 16, 3).

§ 3.45.3

Y por David (Sal. 49, 16­17) dice el Espíritu Santo: Al pecador dijo Dios: ¿Por qué platicas tú mis justicias y tomas mi ley con tu boca, y tú has aborrecido la disciplina y echado mis palabras a las espaldas? En lo cual se da a entender que tampoco les dará espíritu para que hagan fruto.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



Ad Principium

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espacios
espada
espalda
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espanta
espantable
espantaren
espantarse

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